Workshop: “Genome editing in the Era of the Dematerialization of Plant Genetic Resources: Regulatory Challenges in Comparative Perspective”.

El evento fue realizado en Bilbao, en la Universidad del País Vasco, organizado por EU Frames Research Group. Participaron varios expertos, de distintas materias como regulación, propiedad intelectual, recursos genéticos y análisis de riesgo. Se expuso el estado actual de las regulaciones de las Nuevas Técnicas genómicas (NGTs por sus siglas en inglés) en distintas zonas geográficas, como USA, India, Asia Pacífico, UK y Europa. Nuestra compañera Natalia Urzúa presentó acerca de la regulación de Latinoamérica en donde expuso las aproximaciones regulatorias que se están aplicando para los productos desarrollados mediante NGTs. En esta región, el país pionero fue Argentina, que cuenta con un proceso regulatorio desde el año 2015 en donde se pueden presentar tanto líneas en estado final de desarrollo como en sus etapas iniciales, un punto a destacar de la regulación argentina ya que aumenta la certeza regulatoria para los desarrolladores al poder saber de antemano, si las líneas desarrolladas serán consideradas OGM o no, desde las primeras etapas del proceso de investigación y desarrollo. Hasta diciembre del 2024, Argentina había considerado como no OGM 92 consultas (líneas desarrolladas) y 32 consultas en etapas tempranas de desarrollo. Argentina realizó un gran trabajo colaborando con los demás países por lo que los criterios adoptados están bastante alineados en la región. También se destacó el caso de Chile, segundo país del mundo en contar con un procedimiento de evaluación, en donde dependiendo de si las líneas o materiales vegetales contienen una nueva combinación de material genético o no, son consideradas dentro o fuera del alcance de la Resolución 1523/2001 que establece las normas para la internación e introducción al medio ambiente de organismos vegetales vivos modificados de propagación. En el caso de Chile, hasta noviembre 2024, 52 consultas fueron consideradas fuera del alcance de la normativa de OGM por considerarse que no contienen una nueva combinación de material genético, es importante destacar que 7 de las consultas provienen de grupos de investigación chilenos. Hasta la fecha, los países que cuentan con un marco regulatorio son: Argentina, Chile, Brasil, Colombia, Paraguay, Honduras, Guatemala, El Salvador, Ecuador, Uruguay y Perú estaría por finalizar su proceso de desarrollo de la regulación. La situación actual de la región se puede resumir: «Los avances en edición del genoma en América Latina muestran progresos regulatorios y apoyo público, lo que impulsa la innovación agrícola para mejorar la resiliencia de los cultivos, el rendimiento y la sostenibilidad, al tiempo que se abordan los desafíos de la seguridad alimentaria y el cambio climático», como comentan los autores de una de las publicaciones revisadas (Alejandro Hernández-Soto et al., 2024).
Además, Almudena de la Cruz, del área de Asuntos Regulatorios de Anove, participó en una mesa redonda exponiendo el punto de vista del sector obtentor en cuanto a las diversas regulaciones a las que está sujeto el material de reproducción vegetal y la necesidad de acelerar el proceso de obtención de nuevas variedades para afrontar los retos actuales de la agricultura europea. La investigación mediante nuevas técnicas genéticas se enfoca en características que contribuyen al logro de los objetivos de las estrategias de la UE «De la granja a la mesa» y de “Biodiversidad” como son la calidad de alimentos y piensos, la tolerancia al estrés biótico, tolerancia a herbicidas y tolerancia al estrés abiótico.
Europa debe unirse al creciente número de países que siguen el principio de que las variedades de plantas desarrolladas mediante nuevas técnicas de mejora deben tener una regulación diferenciada de los OGM, ya que en muchos casos podrían haberse obtenido mediante mejora convencional o en procesos espontáneos en la naturaleza.
Por su parte, José Miguel Mullet en representación de los productores de ASAJA, analizó la situación actual del sector agrícola y sus desafíos. Señaló la importancia de que la nueva regulación esté basada en la ciencia y puso de manifiesto la estrecha colaboración entre agricultores y científicos para defender la regulación de la edición genética en Europa. Los agricultores españoles necesitan disponer de todas las herramientas posibles para hacer frente a los retos climáticos demás amenazas a nuestra agricultura.

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