Nuestra compañera Matilde a la que os presentamos hace unas semanas, ha presentado su tesis y nos hace un resumen de la misma:

Las variedades locales de trigo blando españolas son el tema principal de mi tesis doctoral, que he desarrollo en el grupo de investigación Mejora Genética de Plantas de la Universidad Politécnica de Madrid. Se pueden definir como aquellas variedades empleadas durante generaciones en una localidad determinada, donde han ido adaptándose a sus condiciones bióticas y abióticas concretas, y que normalmente se han cultivado usando menor cantidad de insumos. Sin embargo, estas variedades fueron desplazadas progresivamente por la implantación de los cultivares modernos de trigo derivados de la Revolución Verde, mucho más productivos. Esto llevó a un gran aumento de los rendimientos, pero también al estrechamiento de la base genética del trigo. Seguir aumentando los rendimientos para alimentar a una población mundial en constante crecimiento es uno de los mayores retos de la agricultura, y la mejora genética ha jugado y juega un papel clave para hacer frente a este desafío, mediante el desarrollo de nuevas variedades de alto rendimiento y calidad, que a su vez sean resistentes a los diferentes estreses abióticos y bióticos. Las variedades locales pueden desempeñar un papel clave en ello, ya que han demostrado ser una fuente de variabilidad genética aún poco explotada en los programas de mejora y que puede ayudar a hacer frente a los retos de la agricultura.

Por sus diversas características geográficas, climáticas y edáficas, en España se han cultivado durante siglos gran diversidad de trigos, adaptados a las condiciones ambientales de su lugar de origen. Hoy en día, el Centro Nacional de Recursos Fitogenéticos del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (CRF-INIA CSIC) mantiene la colección española de variedades tradicionales de trigo, que incluye más de 1.550 accesiones de trigo recolectadas por toda la geografía desde principios del siglo XX. Un primer paso fundamental para su aprovechamiento en programas de mejora es validar el potencial de estas accesiones mediante una exhaustiva caracterización fenotípica y genotípica, que permita además un uso racional del germoplasma presente en el banco. Ahí es dónde empieza mi tesis, caracterizando la diversidad genética y fenotípica de un conjunto de 189 variedades locales españolas de trigo blando, que cubren toda la diversidad geográfica y ecológica presente en España, en comparación con un set de 29 variedades de referencia, que incluye los 18 cultivares más cultivados en España en los últimos 25 años.

La caracterización genética mediante secuenciación masiva del ADN de estas variedades reveló la gran diversidad genética de las variedades locales, en su mayoría no presente en las variedades mejoradas. Esta gran variabilidad genética se vio traducida en una amplia diversidad fenotípica para caracteres agronómicos, como caracteres fenológicos y componentes del rendimiento, que se observó en los ensayos de campo realizados durante varias campañas. Además, se evaluó la calidad panadera de la harina de estas variedades, que destacaron por su elevado contenido en proteína, superior al de las variedades modernas. Con estos datos, se identificaron 15 variedades que destacaban por su calidad panadera y buenas características agronómicas para ser caracterizadas más a fondo en ensayos de campo y evaluar su potencial para el cultivo directo. Por último, con todos estos datos se pudo abordar un análisis de asociación genómica con el fin de identificar las regiones del genoma implicadas en el control genético de los caracteres evaluados. El estudio en profundidad de estas regiones puede aportar nueva información relativa al control genético de estos caracteres, además del desarrollo de marcadores moleculares para su uso en selección asistida por marcadores en los programas de mejora de trigo. Este estudio de caracterización de esta colección de variedades locales españolas de trigo blando ha permitido revelar el potencial que tienen para aumentar el acervo genético de los programas de mejora y para el desarrollo de variedades resilientes de alto rendimiento y calidad.