El origen de la cadena alimentaria está en las semillas o plantas, factores imprescindibles para la producción de alimentos.

Aunque la mejora vegetal tiene su origen en el Neolítico, cuando el ser humano seleccionaba semillas y plantas en una tarea de ensayo error, actualmente, se trata de un proceso muy especializado y tecnológico que implica la labor de profesionales cualificados, centros de investigación y empresas obtentoras. Todo esto con un único objetivo: hacer la vida más fácil a agricultores y consumidores.

Gracias a la mejora vegetal, el agricultor puede conseguir una mayor productividad usando menos recursos, es decir, más rentabilidad de su explotación de una forma más sostenible. El consumidor dispone de alimentos de mejor calidad, más nutritivos, a buen precio y en cualquier época del año, más saludables y con absoluta seguridad alimentaria. Además, se consigue una reducción del consumo de agua, una menor emisión de CO2 y un ahorro energético durante la producción; sin que sea necesario aumentar el suelo utilizado, lo que beneficia al medio ambiente.

¿Quieres saber más sobre la mejora vegetal? ¡No te pierdas este vídeo!