La colza, un cultivo rentable
La colza (Brassica napus var. oleífera) es una planta herbácea anual de la familia de las crucíferas que se utiliza como oleaginosa, con la finalidad de extraer aceite de sus semillas. Su raíz es pivotante, profundizando a niveles considerables y con raíces secundarias que ramifican fácilmente. Este sistema radicular les permite extraer nutrientes de los niveles a los que no llegan los cereales y mejorar la estructura del suelo al realizar en el terreno una labor de subsolado.
La colza es un cultivo oleaginoso tradicional de muchos países de la Unión Europea, como Francia y Alemania, aunque a nivel mundial los principales productores son Canadá, China e India. Debido a la demanda de la industria del biodiesel, que ha incrementado el precio de este cultivo, la colza ha pasado de ser un cultivo marginal a aumentar considerablemente la superficie sembrada de esta oleaginosa. En España en 2015 se han alcanzado casi las 70.000 hectáreas cuando en 2012 apenas se llegaban a las 30.000 Ha.
Pero la colza no es solo rentable debido a su uso como biocombustible. Su utilización como cultivo rotacional aporta numerosas ventajas al agricultor. Se ha observado que el rendimiento del trigo cultivado tras la colza es un 10% superior en comparación con el monocultivo de cereal. Su raíz pivotante mejora la estructura del suelo, evitando la erosión del terreno, disminuye la aparición de malas hierbas y evita la lixiviación de nitratos en invierno. Además, rompe el ciclo de enfermedades y plagas del monocultivo.
Para asegurarse los beneficios de este cultivo, hay que saber cómo manejarlo correctamente. La clave del éxito reside una vez más en el uso de una semilla de calidad, utilizando variedades certificadas que garanticen el rendimiento del cultivo: germinación, pureza varietal y sanidad de la semilla. A la hora de elegir variedad hay que tener en cuenta que existen dos condicionantes básicos para su elección: el clima, pues desde la nascencia al estado de roseta no soporta temperaturas por debajo de 2 – 3ºC, y el suelo, pues si este se encharca demasiado es perjudicial para el cultivo.
La obtención de nuevas variedades de colza está centrada en mejorar el rendimiento y la estabilidad bajo diferentes condiciones tanto en las variedades hibridas como en las poblaciones. También se trabaja en conseguir otras características que puedan generar beneficios adicionales a los agricultores. Las principales líneas de investigación actuales son: obtener el mejor contenido de aceite con el equilibrio óptimo de ácidos grasos; aumentar su densidad para optimizar la siembra; evitar la dehiscencia de las silicuas para que desgranen menos y aseguren el rendimiento de la cosecha de colza; nitrógeno, para reducir los costes de producción para el agricultor sin olvidar el factor medioambiental; y obtención de variedades tolerantes al tratamiento con herbicida (lmazamox + metazacloro) en post-emergencia del cultivo hasta 8 hojas desplegadas.
Si quieres saber más sobre el cultivo de colza, consulta nuestro folleto (http://web.anove.es/media/Folleto-completo.compressed.pdf)
COMENTARIOS