¡Celebramos el DÍA DE LA #AGRICULTURA!
Cada 9 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Agricultura, con el fin de valorar y reconocer públicamente el trabajo de quienes cultivan la tierra para producir alimentos.
En nuestros días, la agricultura se enfrenta a tres retos fundamentales: producir cada vez más alimentos para abastecer a una población mundial en constante crecimiento; adaptar los cultivos al cambio climático; y producir de manera sostenible, empleando los menores recursos posibles y protegiendo el medio ambiente. Para alcanzar estos tres desafíos la mejora vegetal desempeña un papel fundamental. Además, las nuevas demandas y expectativas del Pacto Verde de la UE, y concretamente las estrategias Del campo a la mesa y Biodiversidad 2030, exigen que los agricultores puedan disponer de variedades no solo más productivas sino también que permitan explotaciones más sostenibles.
En el Día Mundial de la Agricultura, queremos resaltar, que, desde sus inicios, el ser humano se ha ocupado de seleccionar y mejorar las plantas, para obtener variedades más productivas y con mejores propiedades. Ahora esta actividad se realiza con métodos científicos, consiguiendo mayor rapidez, más garantías sanitarias y mejores resultados. La obtención vegetal es una actividad imprescindible y esencial para el desarrollo de la agroalimentación, pues gracias a su labor de investigación es posible mejorar las variedades vegetales actuales y desarrollar otras nuevas, aumentar la productividad y hacer posible una agricultura sostenible como a la que aspiramos en la UE.
Las nuevas demandas y expectativas del Pacto Verde de la UE y concretamente las estrategias Del campo a la mesa y Biodiversidad 2030, exigen que los agricultores puedan disponer de variedades no solo más rentables sino también producciones más sostenibles. Y es que distintos especialistas han señalado ya que, si las estrategias de la UE se llegan a aplicar por completo antes de 2030, la producción agrícola va a disminuir considerablemente, con unas pérdidas de producción, dependiendo de los cultivos, de entre el 23% y el 50%. Además, algunos estudios han cuantificado que la aplicación de estas dos estrategias generará 3.300 millones de toneladas adicionales de emisiones de gases de efecto invernadero.
La obtención de plantas, una actividad imprescindible para el futuro de la agricultura
Para que podamos desarrollar las estrategias de la UE es necesario confiar en la obtención vegetal: promover nuevas técnicas de mejora genética resulta imprescindible, pues solo gracias a ellas se puede acelerar el proceso de desarrollo de nuevas variedades, con plenas garantías sanitarias y a costes asumibles.
El Informe Noleppa, elaborado por HFFA Research, al evaluar el valor de la mejora vegetal, insiste en que la obtención de plantas y la mejora de las variedades es una medida efectiva e indispensable para adaptar la agricultura a los nuevos desafíos del futuro y para contribuir decisivamente a lograr un mayor suministro de alimentos en el mundo. Señala el Informe que, sin las aportaciones de la mejora vegetal durante las últimas dos décadas, la UE sería hoy un gran importador de todos los cultivos herbáceos, incluyendo trigo y otros cereales. Esto no ha ocurrido; al contrario, Europa ha podido producir 53 millones de toneladas más de cereales y se han generado alimentos adicionales para 168 millones de personas.
Por otro lado, la obtención de plantas ayuda a conseguir mejores cosechas y mayores producciones. De acuerdo con el estudio Noleppa, aproximadamente el 67% del crecimiento anual de la productividad agraria europea obedece a las mejoras que aporta la obtención de plantas y semillas. Esta mejora también las condiciones comerciales y la estabilidad de los mercados para agricultores, distribuidores y consumidores.
Asimismo, el estudio subraya que la obtención vegetal ha contribuido a la prosperidad económica al haber incorporado más de 26.000 millones de euros al PIB de la UE durante los últimos 20 años. De hecho –señala el Informe– sin las aportaciones de la mejora vegetal, los rendimientos agrícolas hubieran sido un 20% inferiores y los agricultores de la UE hubieran tenido un tercio menos de ingresos (aproximadamente unos 6.100€ menos al año por trabajador agrícola). El Informe estima que, gracias a la obtención vegetal, se han generado en Europa alrededor de 90.000 puestos de trabajo.
Por último, las mejoras genéticas de cultivos han colaborado a que se produzca de manera más sostenible y con una mayor protección del medio ambiente. Según demuestra el Informe Noleppa, con la mejora vegetal se necesita menos suelo, se consume menos agua, se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y se aumenta la biodiversidad. A lo largo de veinte años las mejoras vegetales en la UE han ahorrado 50 millones de metros cúbicos de agua, un volumen similar al que se contiene en 106 lagos como el de Sanabria. Sin ellas hubiera sido necesario emplear para los cultivos 22 millones de hectáreas de suelo adicional, una superficie similar a la mitad de España. Recogiendo algunos de los cálculos del Informe Noleppa, se ve que gracias a las aportaciones de la obtención vegetal se ha evitado casi 4.000 millones de toneladas adicionales de emisiones de gases de efecto invernadero, una cantidad similar a la que vierten a la atmósfera durante un año los Países Bajos; se han evitado también pérdidas de biodiversidad equivalentes a la riqueza del conjunto de especies que se puede encontrar en 8,3 millones de hectáreas de la selva tropical de Brasil.
La imprescindible mejora de semillas y plantas en el sector agrario
Aplicar las estrategias de sostenibilidad de la UE exigirá del sector agrario un gran esfuerzo durante décadas. La mejora de semillas y plantas, según sostiene el Informe, puede compensarlo, al menos parcialmente. Compensará las pérdidas del mercado, hasta aproximadamente el 55% del ingreso sectorial; ayudará también a amortiguar las disminuciones en los ingresos del sector, que, hasta 2040, se prevé que serán de 19,5 millones de euros. Las técnicas de mejora vegetal contribuirán a reducir las emisiones adicionales de gases de efecto invernadero, aliviando entre un 50% y un 60% las consecuencias negativas del uso de los recursos naturales (suelos y agua), y la pérdida de biodiversidad, así como a reducir el número de aplicaciones de fungicidas, especialmente en los cereales.
La obtención de semillas y plantas y la mejora de las actuales variedades es una medida muy efectiva para adaptar la agricultura a los nuevos desafíos europeos, mitigando, al mismo tiempo, las posibles consecuencias negativas. La obtención vegetal tiene el potencial de cambiar las reglas del juego para lograr una mayor sostenibilidad de la producción agroalimentaria europea y la preservación de la biodiversidad. Por eso constituye un área de investigación y desarrollo extremadamente importante.
El Informe Noleppa finaliza recordando que la obtención vegetal y las estrategias Del campo a la mesa y Biodiversidad han de caminar juntos considerándose como socios que dependen el uno del otro y que mutuamente pueden reforzar sus efectos positivos. Sin acelerar la obtención de plantas el Pacto Verde Europeo a duras penas podrá alcanzarse. En este sentido, es imprescindible poder emplear todas las tecnologías disponibles, especialmente aquellas que, como la edición genética, consiguen ofrecer mejoras de los cultivos de manera más dirigida y en un menor tiempo. Por eso, el marco normativo y regulatorio general en la UE tiene que fomentar y no impedir las inversiones necesarias para la futura obtención de plantas y semillas.
En breve, más a poder presentaros un nuevo informe elaborado por la Fundación Cerdá con interesantes datos sobre las aportaciones de la mejora en nuestro país. ¡No os lo podéis perder!
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