Se ha presentado en Madrid el “Estudio de percepción de la agricultura intensiva” elaborado de forma conjunta por la Plataforma Tecnológica de Agricultura Sostenible y la consultora internacional Kreab. De este trabajo se extraen interesantes conclusiones sobre la agricultura en general y sobre el sector de la obtención vegetal en particular.

Este estudio se ha realizado a través de Facebook con un ámbito nacional, usuarios entre 16 y 65 años, con un cuestionario de 22 preguntas y realizado entre el 7 y el 18 de septiembre. Se han recibido 722 respuestas, que según Kreab multiplica por 7 el índice de respuesta habitual en este tipo de encuesta, por tanto, la primera conclusión es que este tema interesa mucho más de lo que nos creemos en el propio sector.

En el informe se pueden ver los detalles del estudio (ir al informe), pero hay que destacar las conclusiones más significativas. Por ejemplo, una muy baja percepción de la contribución de la agricultura intensiva a la mejora de la calidad de los alimentos, lo que supone una clara oportunidad. Similar conclusión se obtiene al analizar el papel que juega en la defensa de la seguridad de los consumidores, también poco reconocida.

Sobre todo llama la atención la alta percepción que tiene la sociedad española, al menos la virtual, sobre el nivel de desarrollo tecnológico de la agricultura frente a sectores no agrarios: casi el 70% la percibe como superior o situada al mismo nivel. Muy similar conclusión si se compara nuestro sector con el europeo. En definitiva, cae el mito de una agricultura poco desarrollada, lo que es un gran avance.

Frente a la agricultura ecológica se percibe ésta como menos contaminante, menos tecnológica, que consume menos recursos naturales, y menos productiva

Por lo que respecta a la semilla, la percepción sobre su impacto ambiental como medio de producción es bueno, aunque curiosamente el de la maquinaria agrícola es aún mejor, algo que quizás no responda a la idea intuitiva que se puede tener de este tema.

La percepción sobre el nivel de desarrollo tecnológico que incorpora la semilla frente a otros medios de producción, no es todo lo buena que cabría esperar, en general se perciben con un mayor desarrollo tecnológico los fitosanitarios y los fertilizantes. Esta es una debilidad sobre la que debemos seguir trabajando desde la empresas y muy en especial desde ANOVE.