Aprende más sobre el arándano (parte II)
Exportación del arándano y aumento en la renta de los agricultores
España es el primer productor de arándano de Europa. Durante las últimas cinco campañas, casi toda su producción se ha destinado a la exportación. El 97% de las exportaciones fueron destinadas al continente europeo, con Alemania, Reino Unido y Países Bajos como los principales países de destino.
Por otro lado, el incremento de la superficie de cultivo asociada a la actividad del sector obtentor ha aumentado los ingresos de los agricultores entre 1995 y 2018 en 1.088 millones de euros. Esto supone una aportación a los ingresos anuales de 45 millones de euros al año como promedio. Además, la actividad en el arándano por parte de los obtentores vegetales ha permitido en España la creación de 1.664 puestos de trabajo anuales durante este mismo período. El informe asegura que “este hecho ha contribuido al desarrollo del campo español y ha fijado población en los núcleos rurales”.
Mejora vegetal del arándano, sostenibilidad y bioeconomía
En los últimos años, se ha intensificado la actividad investigadora en el cultivo del arándano para adaptarlo a las condiciones climáticas de las distintas regiones del continente europeo. La inversión en I+D+i que realizan las empresas obtentoras españolas en el cultivo del arándano están enfocadas en mejorar la calidad de la fruta, mediante la mejora de aspectos como el incremento de la vida postcosecha, la firmeza o el sabor, además de abordar también la mejora de la productividad y el rendimiento del cultivo.
Según destaca el informe, esta inversión en investigación y mejora vegetal ha permitido un crecimiento exponencial, tanto de la producción como del consumo. Y es que las empresas dedicadas a la mejora vegetal están realizando un esfuerzo inversor muy importante. El año pasado invirtieron en España más de 100 millones de euros en I+D+i. Según datos de la Comisión Europea, este porcentaje supera proporcionalmente a la inversión en I+D de sectores como el automovilístico, farmacéutico, aeroespacial e, incluso, el de las tecnologías de la información.
El estudio del Instituto Cerdà afirma que “la obtención vegetal resulta clave para la alimentación y la economía y se torna imprescindible para mantener e incrementar la producción en el contexto de reducción de inputs”, exigido por la estrategia europea De la granja a la mesa (From farm to fork), que junto a la Estrategia sobre Biodiversidad para 2030, cuentan con un objetivo común: evolucionar el actual sistema alimentario de la UE hacia un modelo más sostenible. Para ello, se han establecido ciertos objetivos para 2030, como la reducción de fitosanitarios en un 50% o la disminución en un 20% del uso de fertilizantes.
Puedes encontrar la información completa sobre el informe realizado por el @InstitutCerda pinchando aquí
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