Hace unas semanas tuvieron lugar en Córdoba las jornadas organizadas por la AETC (Asociación Española de Técnicos Cerealistas) bajo el título “SOSTENIBILIDAD: realidad o quimera”

Dentro del amplio programa en el que participaron los principales actores del sector, tuvo lugar una interesante ponencia de Ignacio Solís sobre «Mejora genética del trigo en España: actores y tecnologías disponibles». Ignacio empezó su exposición con una breve reseña histórica sobre la mejora del trigo realizada en España a lo largo del siglo XX y los principales mejoradores en instituciones públicas.

Desde hace varias décadas las nuevas variedades de trigo llegan al mercado mayoritariamente desde los programas de mejora y selección de empresas privadas. A partir de los datos de certificación de trigo blando, trigo duro y triticale en la última campaña, se determinó quiénes son los principales actores en este mercado, destacando las empresas Limagrain, RAGT y Florimond Desprez. En Andalucía también tiene una cuota importante de mercado la empresa Agrovegetal, que desarrolla sus nuevas variedades a partir de germoplasma del CIMMYT.

Dentro de las tecnologías disponibles, se pasó revista a las redes de ensayos y a los programas de mejora clásica que existen en la actualidad. Además de la mejora realizada en las empresas, existe un importante número de equipos de investigación en las universidades, institutos del CSIC e institutos autonómicos de investigación aplicada, agrupándolos en tres grandes áreas temáticas, » fisiología, productividad y tolerancia a estreses abióticos», «calidad» y «resistencia a enfermedades».

Además, nuestro director general, Antonio Villarroel, participó en una mesa redonda titulada “Ejemplos de éxito en la cadena cerealista: de la semilla a la mesa”. Donde Antonio explico que:

La semilla certificada se denomina así porque está controlada por los servicios oficiales competentes de las administraciones públicas durante todo su proceso de producción, de manera que se asegura su calidad, en términos de germinación, pureza varietal, condiciones sanitarias (ausencia de malas hierbas y de enfermedades), etc.

Es, además, el vector mediante el que los agricultores acceden a las nuevas variedades mejoradas por las empresas obtentoras, que invierten muchos años y recursos en sus programas de mejora. La gente no sabe que para obtener una nueva variedad son necesarios de media diez años de trabajo, cruce y selección de miles de parentales, y un coste entre 1,5 y 3 millones de Euros.

Aunque resulte sorprendente, estudios de la Comisión EU han demostrado que el nuestro es el sector que más invierte en I+D, con porcentajes que en algunos cultivos pueden llegar al 25% de la cifra de facturación, bastante más que otros sectores reconocidamente tecnológicos como el automóvil, aeroespacial o el farmacéutico.

Pero todo ese esfuerzo de innovación se perdería si los agricultores se limitan a multiplicar sus propias semillas, por eso es tan importante el uso de semillas certificadas.

Un año más las jornadas contaron con un elevado número de asistentes y fueron de un gran interés para el sector

Os esperamos al próximo año, y si quieres ver todas las fotos puedes ir a su web o a sus redes @tec_cerealistas